Aunque los colores, para mi gusto, no la acompañaban,
la NB 610 de 2012 era una zapa de trail muy completa.
Cómoda, ligera, de upper no impermeable pero no calaba
el agua, con una suela resistente y una buena sujeción al pie.
No soy corredor, y menos de trail, pero este tipo de
zapas son las que uso para patear por el campo ya que las encuentro muy
cómodas.
Se adhieren bien al terreno y no me hacen daño en los
pies. Es lo mínimo que le pido a una zapatilla para andar unos cuantos
kilómetros.
Nunca había tenido este tipo de calzado, hasta que a
finales de junio de 2012, a Ana y a mí nos dio por ir a hacer unas etapas del
Camino de Santiago: fue cuando me di cuenta de que no tenía las “ruedas”
adecuadas para este tipo de aventuras.
Pero eso no era problema. Una vez más, mi amigo
Carlos, de Stereotokyo, me iba a sacar del apuro. Una tarde pasé por su tienda
y nos pusimos a ver que había en los catálogos que me pudiera interesar.
Después de un buen rato de búsqueda, y sabiendo como tenía la cartera, nos
decidimos por este modelo de New Balance: la 610.
Estuve por pillar la 810, parecía más completa, pero
se salía del presupuesto, y con el paso del tiempo, y sobre todo, de los
pateos, me he dado cuenta que la elección fue la correcta.
A principios de julio de 2012, si no mal recuerdo, el
día 9, llegamos a León. Era nuestro punto de partida. Habíamos programado unos
160 kilómetros para unos 8 días, a razón de 20 km por día, hasta llegar a O
Cebreiro, en Lugo y luego en guagua hasta Santiago, donde una amiga nos había
dejado una casa (¡¡¡GRACIAS INMA!!!). Pero como íbamos bien, lo hicimos en 6. Sé que no alcanzamos la
velocidad del rayo, pero se trataba de disfrutar del Camino, del Buen Camino.
Salimos el 10 de julio, muy tempranito, y la verdad
que desde el principio, las sensaciones fueron muy buenas. Yo no había
preparado el recorrido, no hicimos kilómetros antes, y eso nos pasó algo de
factura. Más a mí que a Ana, je!!! Las agujetas después de cada jornada estaban
“flojas”, pero nada que una buena cerveza fría y un buen plato de comida de la
zona no pudieran solucionar.
Bajada a Cacabelos.
Subida a O Cebreiro.
Bosque de Laurisilva.
Entrada a Lugo.
La verdad, una experiencia muy bonita.
Se respiraba un muy buen ambiente. Todos los
caminantes tenían el mismo objetivo, y la ayuda, cordialidad y buen rollo te
llevaba en volandas. Americanos, coreanos, de Suecia, Suiza, Andalucía,
Barcelona, francesas, belgas,… de todas partes del mundo, con el mismo
propósito: disfrutar del camino, conocerte, conocer y llegar a la Catedral de Santiago.
Nosotros no llegaríamos andando, y fue la espinita que
se nos quedó clavada.
Así que,
¡¡¡AMENAZAMOS CON VOLVER!!!
Esta es la primera parada entre los hermanados Caminos de Peregrinación de Santiago y Kumano Kodo.
Hay muchas anécdotas que contar y experiencias vividas tras un montón de zancadas. Pero ahora sólo quería compartir nuestro camino, animar a que lo hagan y disfruten, de una de tantas formas, de las vacaciones.
Dejo para la próxima entrada la segunda parte de nuestra peregrinación: Japón y su espectacular Camino de Kumano Kodo.
Salud y un saludo,
Juanmi
SUNDA75: Qué bueno¡ Yo lo tengo pendiente también así que avisen porque nadie habla mal de la experiencia. Buena elección de zapas, esperemos que la segunda parte del viaje en Japón no se demore tanto como esta entrada. Besos
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