lunes, 23 de febrero de 2015

NB 610: del Camino de Santiago a Kumano Kodo


Aunque los colores, para mi gusto, no la acompañaban, la NB 610 de 2012 era una zapa de trail muy completa.

Cómoda, ligera, de upper no impermeable pero no calaba el agua, con una suela resistente y una buena sujeción al pie.

NB 610 después de 160 km.



No soy corredor, y menos de trail, pero este tipo de zapas son las que uso para patear por el campo ya que las encuentro muy cómodas.

Se adhieren bien al terreno y no me hacen daño en los pies. Es lo mínimo que le pido a una zapatilla para andar unos cuantos kilómetros.

Nunca había tenido este tipo de calzado, hasta que a finales de junio de 2012, a Ana y a mí nos dio por ir a hacer unas etapas del Camino de Santiago: fue cuando me di cuenta de que no tenía las “ruedas” adecuadas para este tipo de aventuras.

Pero eso no era problema. Una vez más, mi amigo Carlos, de Stereotokyo, me iba a sacar del apuro. Una tarde pasé por su tienda y nos pusimos a ver que había en los catálogos que me pudiera interesar. Después de un buen rato de búsqueda, y sabiendo como tenía la cartera, nos decidimos por este modelo de New Balance: la 610.

Estuve por pillar la 810, parecía más completa, pero se salía del presupuesto, y con el paso del tiempo, y sobre todo, de los pateos, me he dado cuenta que la elección fue la correcta.

A principios de julio de 2012, si no mal recuerdo, el día 9, llegamos a León. Era nuestro punto de partida. Habíamos programado unos 160 kilómetros para unos 8 días, a razón de 20 km por día, hasta llegar a O Cebreiro, en Lugo y luego en guagua hasta Santiago, donde una amiga nos había dejado una casa (¡¡¡GRACIAS INMA!!!). Pero como íbamos bien, lo hicimos en 6. Sé que no alcanzamos la velocidad del rayo, pero se trataba de disfrutar del Camino, del Buen Camino.

Salimos el 10 de julio, muy tempranito, y la verdad que desde el principio, las sensaciones fueron muy buenas. Yo no había preparado el recorrido, no hicimos kilómetros antes, y eso nos pasó algo de factura. Más a mí que a Ana, je!!! Las agujetas después de cada jornada estaban “flojas”, pero nada que una buena cerveza fría y un buen plato de comida de la zona no pudieran solucionar.

Salida de León, 5:00 AM.


Aireando los pies a mitad de etapa.

Los tramos eran bonitos, sobre todo por la gente que te encontrabas y los pueblos. Según nos acercábamos a Lugo, se iba notando el cambio de paisaje. Pasamos de llanos más o menos secos por el verano, con viñedos impresionantes, a bosque tupido de laurisilva según tocábamos tierras gallegas.






 Bajada a Cacabelos.

 Subida a O Cebreiro.
Bosque de Laurisilva.
Entrada a Lugo.
Hermita de O Cebreiro.


La verdad, una experiencia muy bonita.

Se respiraba un muy buen ambiente. Todos los caminantes tenían el mismo objetivo, y la ayuda, cordialidad y buen rollo te llevaba en volandas. Americanos, coreanos, de Suecia, Suiza, Andalucía, Barcelona, francesas, belgas,… de todas partes del mundo, con el mismo propósito: disfrutar del camino, conocerte, conocer y llegar a la Catedral de Santiago.

Nosotros no llegaríamos andando, y fue la espinita que se nos quedó clavada. 
Así que,
 ¡¡¡AMENAZAMOS CON VOLVER!!!

Esta es la primera parada entre los hermanados Caminos de Peregrinación de Santiago y Kumano Kodo.

Hay muchas anécdotas que contar y experiencias vividas tras un montón de zancadas. Pero ahora sólo quería compartir nuestro camino, animar a que lo hagan y disfruten, de una de tantas formas, de las vacaciones.

Dejo para la próxima entrada la segunda parte de nuestra peregrinación: Japón y su espectacular Camino de Kumano Kodo.

Salud y un saludo,
Juanmi




1 comentario:

  1. SUNDA75: Qué bueno¡ Yo lo tengo pendiente también así que avisen porque nadie habla mal de la experiencia. Buena elección de zapas, esperemos que la segunda parte del viaje en Japón no se demore tanto como esta entrada. Besos

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